domingo, 29 de abril de 2007

EL TALENTO DE UN LOGISTA

EL TALENTO, LA GENIALIDAD Y EL UMBRAL DE CONOCIMIENTO AVANZADO Y SUPERIOR, NO SON VALORADOS NI NADIE PAGA POR ELLOS EN CHILE.
Que paradoja de este mundo. Es increíble. Y tenemos complejos de grande. Nos creemos los semidioses del intelecto. Creemos saber todo y de todo; de lo humano y lo divino, lo de aquí y lo de allá. El talento es un don de Dios y del esfuerzo. Es un don que no tiene precio. Es un conjunto de capacidades intelectuales de una persona. Es la expresión máxima del intelecto. Todos lo llevamos dentro. La gracia está en que hay que desarrollarlo para expresarlo. La genialidad es creación, algo de locura y acción basada en la inteligencia. Es la máxima expresión y aplicación basadas en el pensamiento. El umbral de conocimiento es un grado intelectual que se gana y se alcanza por esfuerzo personal. Casi siembre por la auto preparación. Y por decepción, cuando nadie satisface las inquietudes intelectuales ni presta atención a los pensamientos únicos. En definitiva, es pasar a otra dimensión intelectual. El talento es como el cerebro, intrincado y paradojal, pero cuando se completa dicha madurez entonces ambos se destapan y aflora la genialidad. Ambos –-talento y genialidad - cuando concurren, sobre la base de un umbral de conocimiento avanzado se pasa a otra dimensión intelectual y de expresión. El punto está en qué, es difícil de detectar por terceros. Sólo es detectado por aquel que está en esto. De ahí qué nadie lo valora, pues, sólo lo percibe aquel que posee los tres componentes máximos que un ser humano puede alcanzar. El mundo del mañana impondrá esto a los hombres. Sólo aquellos que tengan conciencia de esto, serán exitosos y plenos como seres humanos. El mundo de hoy – hasta ahora - camina por la profesión y la especialidad. Mañana será la “generalidad” la que reinará. El medio, el ambiente, el cambio y la crisis de competitividad global, nos llevaran a transformarnos en “generalistas” (Personas versadas en varias ciencias y disciplinas, capaces de integrarlas en conocimiento y éstos en expresiones de aplicación). Enfrentamos un nuevo mundo. Un mundo, cuyo ambiente es dinámico, inseguro e inestable. El campo del desempeño y el quehacer profesional cambiará radicalmente. Se requerirá saber el significado de las cosas, el sentido de las cosas, saber cómo funcionan las cosas y aprender a discernir y a decidir. Pero esto no bastará. Tendremos que pensar, ver, hacer y actuar de otra manera. Para todo esto, se necesitará del talento, la genialidad y otros umbrales de conocimiento. Aquellos órganos superiores de formación, tarde o temprano, deberán enfrentar esta realidad. Aquellos que no se adapten, no tendrán nada que hacer en este campo. El fin último de todo esto es manejar la complejidad y mantener en control las cosas sobre la base del talento, genialidad y en otros umbrales de conocimiento. Ojalá se empiece a pagar por esto y muy bien; pues, son personas escasas y especiales.
René Urra Shields Académico. Universidad del Mar/Arica.

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